Priests adapt to changing environment
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Mental health
Having additional parishioners to minister to and the desire to care for the faithful with limited time can be stressful for priests in the church today. Father Roder said priests “know we are not in a 9 to 5 type of job and are not expecting that for ourselves as priests.” “We want to serve people and be with them, but some days we have to say for our own health that I cannot, and people need to accept this from their priests,” he said. “People often don’t know all that we have to take care of in a typical week or month.” In the past, Father Roder reflected, the faithful “got used to the idea that they could stop and find the pastor available most days in the office.” With the office and rectory in the same building, it was difficult for priests to truly have a day off unless they left town. The trend of separating parish offices from rectories in recent years has proven to be “healthier living arrangements for priests,” Father Roder pointed out. Ways that the faithful can help ease the burden include assessing whether or not their call directly to the pastor is an emergency or if someone else at the parish can assist. Father Roder also suggests that the faithful “get involved” and ask how they can help “work out solutions.” Upcoming Shifting Landscape articles will include ministry expectations versus reality and effects upon younger priests, mental health consequences for priests today and what the faithful can do to help their priests stay healthy ministering in today’s church. “Hoy somos parte de más juntas directivas de la parroquia y la diócesis y nos reunimos con comités, especialmente para los grupos combinados de iglesia/parroquia que tenemos ahora tenemos,” dijo el padre Roder.
También señaló que el panorama de la formación en la fe y la preparación sacramental también ha cambiado en la vida de un pastor. "Tenemos más opciones para ayudar con la preparación matrimonial, pero con menos sacerdotes, somos responsables de más parejas" dijo el padre Roder, agregando: "De una parroquia a otra varia quién, y cuál persona está disponible para enseñar o dirigir programas para RCIA”.Señaló que ahora en las parroquias hay más énfasis en ofrecer educación para adultos. Conexiones Cubriendo casi todo el condado de Clay y O'Brien, el padre Richter reconoce que la gran área geográfica donde actualmente ministra crea un desafío para conectarse con los feligreses. “En el pasado, la mayoría de los sacerdotes disfrutaban estableciendo conexiones personales con los feligreses, conociendo realmente a las familias y participando en sus vidas,” dijo. “A medida que nos dispersamos, la conexión personal se vuelve más difícil de desarrollar. A menudo tenemos que salir inmediatamente después de Misa y no podemos quedarnos para visitar con la gente.” "Aunque seguimos intentando ser lo más accesibles y disponibles posible, es más difícil," dijo el padre Richter. “Por lo tanto, en comparación con el pasado, ahora hacemos más por teléfono o por correo electrónico. Además, cada sacerdote tiene más familias a las que intenta servir, ya que cubrimos varias parroquias. Agradezco la ayuda de los diáconos permanentes o ministros pastorales cuando los tenemos en la parroquia. Pueden ayudar con muchas de las necesidades pastorales a medida que estas surgen.” Ya que los feligreses están conscientes del aumento de las extensas áreas que sus párrocos atienden, la mayoría de los feligreses se dan cuentan que, “algunas veces no estamos inmediatamente disponible, como antes,” expresó el padre Richter. Para los sacerdotes abarcar un territorio grande, muchas veces crea conflicto en el clero y los fieles, especialmente en los casos de emergencias como, por ejemplo, la atención o absolución a los enfermos graves. Los sacerdotes dijeron que los hospitales, asilos de ancianos o familiares del enfermo, no deberían esperar hasta que la muerte sea eminente para llamar a un sacerdote. “Recomendamos a los familiares que nos notifiquen si un ser querido está enfermo para que las oraciones de unción se puedan rezar de manera oportuna para evitar no poder administrar el sacramento en absoluto,” explicó Mons. McCoy. "Simplemente hay más formación por hacer sobre la naturaleza de este sacramento." Salud mental Hoy en día, administrar más feligreses, tener tiempo limitado para cuidar a los fieles puede ser muy estresante para los sacerdotes de las iglesias. El padre Terry dijo que los sacerdotes no tienen un trabajo con horario, “Sabemos que no tenemos un trabajo de 9 a 5 y tampoco los sacerdotes no esperamos eso.” "Queremos servir a la gente y estar con ellos, pero algunos días por nuestra propia salud tenemos que decirle a la gente, lo siento, no puedo, y la gente tiene que aceptar esto de sus sacerdotes," dijo. "La gente a menudo no sabe todo lo que tenemos que hacer y cuidar en una semana, o en un mes normal." El padre Roder reflexionó que en el pasado, los fieles “se acostumbraron a la idea de que podían parar en la parroquia, y encontrar la mayoría de veces en la oficina, al párroco disponible.” Con la oficina y la rectoría en el mismo edificio, era difícil para los sacerdotes tener un día libre a menos que realmente abandonaran la ciudad. El padre Roder señaló que la reciente tendencia de separar las oficinas parroquiales de las rectorías ha demostrado ser “arreglos de vida más saludables para los sacerdotes.” Los fieles pueden ayudar a aliviar la carga evaluando si su llamada directa al párroco es una emergencia o si alguien más en la parroquia puede ayudar. El padre Roder también sugiere que los fieles “se involucren” y pregunten cómo pueden ayudar a “encontrar soluciones.” Los próximos artículos sobre el panorama cambiante incluirán las expectativas ministeriales versus la realidad y sus efectos en los sacerdotes más jóvenes, las consecuencias para la salud mental de los sacerdotes de hoy, y lo que los feligreses pueden hacer para ayudar a sus sacerdotes a mantenerse saludables mentalmente mientras ministran en la iglesia de hoy. |